Hice este soneto cuando mi profesor de
literatura me dijo que mis poemas eran demasiado amorosos. Indignado,
decidí labrar estos versos.
Lloran sal mis venas en su silencio,
abren heridas cual ojos de gatos
que, vigías mudos, arañan mi velo
y cortan las ataduras de mis manos.
Sobra el cristal que refleja el agua
marchita y anciana, sin brillo zafiro.
Lo partirá un rayo de mi fragua.
Volveré a gritar que no soy su hijo.
Mira por mi ventana de cristales
sucios y verás ardiente silencio,
la tormenta amaina y se me duerme.
Mira los agujeros de mis males
limpios y serás flamante veneno,
las gotas se evaporan y se mueren.
Saludos mutantes desde Genosha.
1 comentario:
Te amo, mi poeta.
"El poeta es un pequeño dios" V. Huidobro
www.laletraconlaqueescribo.blogspot.com
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